En la tercera generación de sordos llegada al Instituto, nace el mito de Edad de Oro de la Cultura Sorda. Primero por la presencia de grandes figuras de la Historia sorda, como Berthier, Bébian, Clerc… pero también por el nacimiento de la lucha por el reconocimiento de la cultura sorda fuertemente iniciada por estos últimos.
Berthier promovió, en 1834, banquetes en memoria del abate L’Epée. El objetivo de dichas reuniones era mediatizar a los sordos, como hacía L’Epée con las demostraciones públicas, y también para crear el mito del “buen abate” oyente que comprendía a los sordos y quería enseñarles con gestos.
Paralelamente a esto, los métodos de educación de los jóvenes sordos cambiaron. Después de la muerte de Sicard, el sucesor de l’Epée, el instituto se encontró sin heredero legítimo de esta política de enseñanza. Los nuevos directores, llegados de fuera, desarrollan otros métodos basados en la reeducación de la palabra complementada y del oralismo en la que los signos se ausentaron, y contra los que disputaron los intelectuales sordos. Por ejemplo Berthier que defendía el bilingüismo, lengua de signos / francés escrito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario